El Arranz Jopisa sufrió un severo correctivo ante su público. Encajó una derrota que puso en evidencia los temores y la ausencia de responsabilidad por parte de algunas jugadoras. Son muy jóvenes y el enfrentamiento ante un rival poderoso, como es el líder, siempre cohibe, aunque ayer se notó en exceso. Los miedos de las menos experimentadas se incrementaron ante la ausencia de compromiso de algunas veteranas. Solo intentaron jugar y luchar la base Lucía Pablos y la pívot Ziomara Morrison. Con estos mimbres resulta muy complicado vencer a un cuadro formado por jugadoras de la calidad de Lidia Gesteira, con el talento anotador de Aja Parham y con los sobriedad defensiva de Aitana Cuevas. El buen trabajo de las tres jugadoras se incrementó con las destacadas aportaciones del resto de la plantilla.

Si en Tenerife anotaron la primera derrota de la campaña, ayer en El Plantío sumaron la segunda y lo que es peor la necesidad de un mayor compromiso por parte de algunas jugadoras. Ayer, el Arranz Jopisa recibió una doble ración de realidad.

Con la dirección de Lucía Pablos, la defensa de Mónica Jorge sobre Lidia Gesteira y el constante duelo de Ziomara Morrison con Aitana Cuevas el encuentro no empezó bien. Las burgalesas fallaron tres ataques y Zamora se adelantó con un 0-6. Primer tiempo muerto de Ricardo González y buena reacción con un mayor movimiento de balón (12-12). Con las rotaciones en ambos banquillos se mantuvo un cierto equilibrio en el primer cuarto, 20-22.

El inicio del segundo volvió a ser un constante intento por meter balones para Ziomara Morrison, que era superada por el muro de Aitana Cuevas. Para desesperación de las burgalesas, Aja Parham, libre de marca, inició un recital en ataque (10 puntos). Una canasta de la alero americana estableció una gran desventaja (25-40). El entrenador del Arranz Jopisa exigió mayor participación en el ataque exterior. Patricia Cabrera y la pívot chilena anotaron un 10-0, que fue rápidamente cortado por el técnico zamorano. Al descanso se llegó con 38-41.

La defensa del Arranz Jopisa se mostró aún más débil tras el paso por vestuarios y aunque lograron una cierta efectividad en el ataque sus avances fueron neutralizados con 4 triples (dos de Lidia Gesteira y otros dos de la base Chumillas). Nuevo tiempo muerto de Ricardo González y decisión arriesgada: cuatro jugadoras exteriores y una sola pívot: primero Farah Suárez y después Ziomara Morrison.

Durante 5 minutos, las burgalesas sorprendieron a las zamoranas con un parcial de 14-4 (62-66). Renació la esperanza, que fue borrada de golpe con un triple de Berta Chumillas. Ricardo González, en un nuevo intento desesperado, confeccionó un equipo sin pívot, siendo Mónica Jorge la más dispuesta al rebote. No salió bien (68-80) y el técnico madrileño ordenó una defensa más conservadora, que nuevamente fue derribada por las visitantes. Un triple de Aja Parham puso la puntilla a un mal partido del Arranz Jopisa, que plasmó la necesidad de una mayor implicación por parte de todas las jugadoras.


Ricardo González / Entrenador del Arranz Jopisa
«La derrota de Tenerife nos ha hecho mucho daño»

Ricardo González no tenía muchas explicaciones para el juego de sus jugadoras y achacaba los males a la derrota sufrida el pasado fin de semana en tierras canarias. «No ha sido nuestro mejor partido y ellas -por las zamoranas- han estado a un nivel espectacular. Hemos planteado el encuentro para parar a Lidia Gesteira y Aitana Cuevas y creo que lo hemos conseguido, pues hemos bajado considerablemente sus porcentajes. Sin embargo, han salido otras jugadoras que lo han bordado como Aja Parham, Laura Gimeno y Berta Chumillas. Ellas son las que han roto el partido», explicaba el entrenador del Arranz Jopisa.
Para el técnico madrileño la clave de la derrota ha estado en que «la derrota de Tenerife fue muy dura y nos ha hecho mucho daño. Hemos tratado de seguir adelante pero está claro que hay otra mentalidad. Nos ha faltado liderazgo en la cancha».
Dos resultados adversos seguidos, en principio, no representan una enorme contrariedad en el Arranz Jopisa. «Ganamos los tres primeros partidos, pero sabíamos que después venían cuatro encuentros ante equipo más maduros y experimentados. Nos quedan dos y vamos a intentar ganarlos. Hoy -por ayer- el resultado es consecuencia más por mérito de las zamoranas que por demérito nuestro», argumentaba el entrenador Ricardo González

Ana Isabel Angulo // foto: T. Alonso
diariodeburgos.es

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CAJA RURAL VALBUSENDA DESPEJA DUDAS EN BURGOS

Victoria de prestigio la obtenida en la tarde de ayer por el Caja Rural Valbusenda en el derbi regional frente al Arranz Jopisa. El cuadro zamorano dio un golpe de efecto en la cancha de uno de sus más directos rivales en la lucha por la fase de ascenso y demostró por qué es el líder sólido del Grupo A de la Liga Femenina. Completó un sensacional encuentro en labores ofensivas y destrozó por completo la defensa burgalesa desde el perímetro.


Sufrió, y de qué manera el combinado local en la primera mitad. Caja Rural Valbusenda dejó patente sobre la cancha por qué es el líder del grupo. Con un ritmo de juego endiablado rompió los esquemas defensivos del Arranz Jopisa en una salida que pilló a contrapié a las de Richi González.


Gimeno, Chumillas y la gran pesadilla de las locales en este periodo, Aja Parham (autora de 16 puntos antes del descanso), pusieron el 0-6 en el marcador en un abrir y cerrar de ojos, lo que obligó a Richi González a solicitar el primer tiempo muerto con el encuentro apenas iniciado. Las burgalesas no estaban nada cómodas en su juego estático y fiaban todas sus opciones a los lanzamientos desde el perímetro. Dos triples consecutivos de Pablos y Jorge empataron la contienda (8-8).


Los dos mejores ataques del campeonato se veían las caras en El Plantío y demostraron su calidad ofensiva. Zamora penetraba sin ninguna complicación en la frágil defensa bugalesa, incapaz de frenar las rápidas transiciones de las visitantes, que convertían en punto cada balón que tocaban con unas Gimeno y Parham tocadas por la varita mágica.


El duelo entró entonces en una fase de equilibrio, con alternativas constantes en el marcador (siempre con iniciativa visitante). De este intercambio de golpes sin tregua, con las defensas como meras comparsas y un juego de vértigo, las zamoranas llegaron con una mínima ventaja al término del primer cuarto (20-22).


El Arranz Jopisa no era capaz de encontrar a su mejor efectivo, Ziomara Morrison, desaparecida en combate hasta ese momento. Caja Rural dominaba el rebote, lo que le permitía poner en práctica su mejor baza, las rápidas transiciones a la contra, para destrozar la defensa local. Un parcial de 0-7 de salida elevó la renta zamorana (22-31). Sin la agresividad en la retaguardia de otras tardes, el Arranz vió cómo su contrincante se marchaba peligrosamente en el marcador. De hecho, cinco puntos consecutivos de una imparable Parham colocaron el 25-40 en el electrónico.


A partir de ese momento, con el el choque cuesta arriba, comenzó la reacción burgalesa. Morrison despertó de su letargo y comenzó a imponer su ley bajo los tableros, lo que unido a los triples de Cabrera, minimizó momentáneamente su desventaja en el tanteador (38-41) en el tramo final de la primera mitad.


El Valbusenda volvió a recuperar la renta perdida a «triplazo limpio» en el tercer cuarto. Hasta cuatro lanzamientos convertidos desde la línea de 6,75 (con Chumillas -2-, Alba García y Gesteira como artilelleras) destrozaron por completo la zona planteada por el Arranz Jopisa en su desesperado intento de remontada. Morrison, mucho más entonada, asumió el mando de las operaciones en ataque de las de Richi González, pero era un argumento a todas luces insuficiente para frenar el torbellino ofensivo de Zamora. Sólo en el último minuto del periodo, con un triple de Pablos y una canasta de Horelika pareció recobrar el aliento el combinado local (58-66).


Pero lejos de cambiar, el panorama permaneció inmutable en los 10 últimos minutos de la contienda. Con Parham en el banquillo con cuatro faltas personales las de El Plantío echaron el resto en defensa y consiguieron contener momentáneamente la vía de agua, pero el Arranz se mostró muy fallón en ataque y apenas pudo recortar diferencias en el electrónico (62-66). Entonces se encargó una inspirada Chumillas de echar un jarro de agua fría a las esperanzas locales. Cuatro tiros libres convertidos de forma consecutiva seguidos de un triple, volvieron a dejar las cosas en su sitio (62-73). Morrison era la única jugadora del Arranz capaz de ver el aro con regularidad, aunque Caja Rural no daba opciones respondiendo desde el perímetro para lograr un gran triunfo en Burgos frente a un rival directo

JUAN DE MENA
Juan de Mena, entrenador del Caja Rural Valbusenda no podía más que elogiar el trabajo realizado ayer por sus jugadoras en Burgos: «Hemos jugado muy bien, sobre todo porque se ha anotado a través de muchísimas jugadoras, y hemos sido muy constantes en el ritmo de ataque. Hemos llegado a tener ventajas de hasta quince puntos, a veces ellas se nos acercaron hassta 6 u 8 pero hemos conseguido que nunca bajaran de ahí», señaló el técnico zamorano en declaraciones a este periódico.
«Burgos me ha parecido muy buen equipo -añadió Juan de Mena-, nos ha planteado muchos problemas tácticos, con diferentes combinaciones, de pívots movibles, muy interiores, y nos ha hecho mucho daño con Ziomara Morrison. Es un equipo de mucho nivel, pero nosotros hemos estado tremendamente acertados y muy fluidos en el juego». Mena añadió que «ellos tenían preparado cosas para frenar a Lidia Gesteira pero ella ha jugado muy bien sin necesidad de anotar y han sido sus compañeras las que lo han hecho hoy».
Destacó asimismo el entrenador del Caja Rural Valbusenda a Laura Gimeno, «que ha estado muy bien. Pero nuestro juego se ha apoyado mucho también en Berta Chumillas y Aja Parham. Laura lo ha hecho muy bien, pero ha sido una victoria muy de equipo, porque Daira Varas y Aitana Cuevas se han gastado mucho con Ziomara Morrison, pero también Alba García y Sara Sanchez han aportado mucho».
Mena reconoce que ayer su equipo ha demostrado que puede vencer a cualquier rival de la Liga: «Lo que llevamos demostrado hasta el momento es que el nivel de juego nuestro es alto. Además tenemos margen todavía para crecer. Se trata de un equipo joven, y se nota en que perdemos ventajas amplias muy rápido porque cometemos errores como nos ha ocurrido hoy, pero es un equipo muy intenso y muy físico».


Esta victoria permite al Caja Rural Valbusenda mantenerse en el liderato aunque ahora tan sólo acompañado por el Aguere tinerfeño que sigue sin conocer la derrota. El equipo insular sigue intratable ante los equipos teóricamente más potentes y ayer dio cuenta del Bembibre (75-71) en un partido enormemente igualado en el que las bercianas notaron la ausencia de Irene Salgado.


Pero la gran sorpresa de la jornada ha sido la nueva derrota del Ensino Lugo que le ha hecho descender al décimo primer puesto. El equipo de Lugo dependió demasiado de Gilmara Justino que anotó 32 puntos que no le valieron a su equipo para imponerse al modesto Pabellón Ourense que se fue arriba en el último cuarto para finalizar con un rotundo 55-69. Avilés, tras ganar a Pío XII la semana pasada, sigue fuerte como lo demostró ayer en Pontevedra donde ganó gracias a una magnífica primera parte que terminó con 32-52, ventaja suficiente para imponerse finalmente por 77-84. Tampoco decepcionó Ferrol ante Cáceres (77-46).

Arranz Jopisa Burgos: Lucía Pablos (17), Noelia Otero (7), Mónica Jorge (6), Mónica Garrido (4) y Ziomara Morrison (21) -cinco inicial-. También jugaron Patricia Cabrera (6), Anete Horelika (10), Farah Suárez (2) y Begoña Pallardó (3)


Caja Rural Valbusenda: Lidia Gesteira (10), Aitana Cuevas (6), Berta Chumillas (17), Laura Gimeno (19) y Aja Parham (23) -cinco inicial-. También jugaron Daira Varas (7), Sara Sánchez (-) y Alba García (6).

ÁREA 11