En una liga tan competitiva como la que el Universitario disputa hay muy
pocos partidos en los que la victoria llegue con facilidad. En la mayor
parte de los casos, lograrla depende de la conjunción de una serie de
factores de entre los que la concentración suele ocupar un lugar
destacado.
En los dos encuentros que ha disputado esta campaña, el cuadro
departamental ha vivido en carnes propias los peligros que un bajón
mental pueden acarrear.
Ante el Carmelitas, la "pájara" llegó con el partido lo suficientemente
favorable al grupo local como para que el triunfo no peligrase; la
pasada semana, frene al Aguere, las de Nacho Pita echaron por tierra en
poco más de quince minutos de desconcierto su magnífico trabajo inicial.
Por
eso, si en algo ha incidido el preparador de cara al tercer asalto que
supone esta tarde el duelo frente a Bembibre -19.00 horas, pabellón de
Esteiro- es en la necesidad de mantener la concentración desde el primer
al último minuto de juego. Un requerimiento más importane todavía si
enfrente hay un equipo del potencial del castellano-leonés, con el
técnico departamental Chiqui Barros al frente.
Rival > El
preparador de Ferrol cuenta con un bloque de ocho jugadoras que, como su
homónimo en el banquillo del Universitario asegura, "cualquiera sería,
sin duda, titular en otro equipo". Ese grupo compacto y muy compensado,
capaz de crear apuros tanto desde el perímetro como bajo tableros y con
gran riqueza táctica, pondrá a prueba la capacidad de aprendizaje de un
Universitario cuyo responsable confía en que habrá aprendido de
situaciones pasadas para saber adaptarse mejor a cualquier vicisitud del
juego. Jugadoras como Esther Montenegro o Aminata Diop en la zona, o
gente del potencial de Cristina López, Irene Salgado o la ex del
Universitario Raquel Asensio abanderan un proyecto en el que destaca,
sobre todo, el sentido de grupo.
Lo que Pita tiene claro es que el
equipo que tenga más confianza y fortaleza mental tendrá mucho camino
andado para conseguir la victoria y ese espera que sea el suyo a pesar
de que el hecho de que su plantilla sea muy joven -pocas jugadoras pasan
de los 25 años- siempre es un hándicap en este sentido.
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