 La calidad individual no lo es todo. Un equipo muy trabajado con un grupo de jugadoras *escarrant-se defiende y yendo fuerte en el rebote defensivo puede provocar la ansiedad de un rival convencido de su superioridad. Como pasó ayer en Fontajau (57-63).
Viernes, en la presentación del equipo, el presidente Llorenç Biargé mantenía una discurso lleno de ambición hablando de la cuarta posición final, de jugar competiciones europeas... Y, ayer, ante un escenario propicio con un millar de espectadores en Fontajau y contra un rival que acaba de subir, el Girona hizo un feo al presidente echando un partido que podría haber dejado resuelto antes del descanso (dominaba 16-4 al minuto 6 después de un triple de Bahí) y que acabó perdiendo por su falta de vocación de romperse los cuernos en la pista. No fue falta de motivación, ni de ganas.
Simplemente es que, sabiéndose superiores, a las jugadoras gerundenses los faltó la suficiente ambición para no hacer una, dos o tres pasos atrás cuando Extrugasa decidió que ya no tenían miedo y que se habían acabado las cestas fáciles. El Extrugasa va justito de talento en comparación con el Girona, quizás quién tiene más es el entrenador (Tito Díaz), que va a conseguir que su equipo no se desmoronara en el primer cuarto, cuando Sonia Reyes hacía lo que quería dentro de la zona. Las diferencias pronto llegaron a los diez puntos pero a las locales les faltó hambre para "matar" el partido. Las gallegas, sin ni un sola jugadora que destacara individualmente, sobrevivieron gracias a la candidez gerundense en el rebote y a la alergia que tienen Reyes y Kelly a jugar por dentro cuando las manos y los codos las intimidan. Después del descanso (34-30), cuando las gallegas ya empezaban a ver claro que no marcharían de Girona recibiendo un chubasco, los problemas del equipo de Joan Carles Díez quedaron más a cuerpo descubierto. No podían entrar pelotas adentro y, confiando sólo en los tiros de fuera ya fueran de las exterior o de las pívots que se abrían, el Girona fue muy poco productivo en ataque (9 puntos en el tercer cuarto). Extrugasa ya iba por delante en el marcador y, a partir de ahí, el bloqueo mental del Girona fue absoluto.
"Ansiedad", en la definición posterior del mismo Joan Carles Díez. Veían que el partido se los desmenuzaba entre los dedos y no encontraban soluciones individuales para enmendar la situación. Las colectivas ni se buscaban. Laura Antoja, de las pocas con la cabeza mínimamente clara, intentó echar del carro. Pero las gallegas cerraron bien el partido. Hacía muchos minutos que concedían canastas interiores y Manzanares tenía muy controlada a Warburton. Díez lo intentaba defendiendo, con Carbó y Sinyol en pista, pero tampoco esto dio ningún resultado. Al final derrota por seis puntos (57-63) y la constación de que lo mejor del día era que el miércoles vuelve a haber partido
MARC VERDAGUER diaridegirona.cat ----------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------- Regreso a lo grande del Extrugasa a la élite del baloncesto nacional. El equipo de Tito Díaz dio la sorpresa ayer en Girona al imponerse al equipo local por 53-67 en un partido en el que demostró el espíritu competitivo que demanda el técnico lucense. Sobre todo porque la puesta en escena del Extrugasa no fue nada buena. Atenazadas por los nervios del debut, las arousanas ofrecieron un pobre nivel de juego en el primer cuarto, en el que contabilizaron más de media docena de pérdidas de balón. El Uni Girona aprovechó el desconcierto de su rival para abrir brecha en el marcador, 21-12 al final del primer parcial. Como ya había demostrado en pretemporada en los partidos ante el Celta, el Extrugasa supo reponerse pese a verse 9 puntos abajo. Lo hizo con el espíritu de equipo que abanderan las jugadoras de rotación, con buenas defensas alternativas y con la paciencia en ataque para encontrar soluciones en cada momento. Si a esto le sumamos su dominio en el rebote (39 capturas por 21 de su rival al final del partido), al descanso las de Díaz ya estaban metidas totalmente en el duelo, 34-30. La clave del triunfo estuvo en el tercer parcial, en el que el Extrugasa estuvo inmenso, dejando en sólo nueve puntos al Girona y desplegando su juego de transiciones rápidas que daban lugar a canastas fáciles. Las visitantes ya mandaban en el marcador, 43-53, y también en el ritmo del partido una vez entrado en el último parcial. En este período el Extrugasa volvió a mostrar pocas fisuras en defensa, destacando el trabajo que realizó Ylenia Manzanares para "secar" a la estrella del conjunto catalán, Morgan Warburton. El equipo de Díaz mantuvo la renta sin problemas, entrando en los últimos minutos con 10 puntos de ventaja, 50-60. El Uni Girona maquilló el resultado al final, aunque nunca tuvo opciones reales de remontar ante un rival donde todas aportaron diariodearousa.com foto: J. Mundet |