La pivot hispano-caribeña, que ahora defiende los colores de la selección española, se dio a conocer en el club de Santa Eulària, donde llegó en la campaña 2006-2007 por poco más de cinco millones de las antiguas pesetas. Su revalorización fue creciendo hasta su tercer y último año en la entidad de la Villa del Río, desde donde dio el salto a su actual club, el Perfumerías Avenida. Según apuntan voces cercanas a la jugadora, su contrato se ha quintuplicado desde su llegada a España

La Federación Española de Baloncesto (FEB) realizó una de sus mejores gestiones con la nacionalización de Sancho Lyttle. La pívot de San Vicente y Granadinas (nacida en 1983) es el pilar en el que se que sustenta España en el Mundial de la República Checa. Además, la repercusión mediática que está teniendo traspasa fronteras y su participación con el bloque que dirige José Ignacio Hernández se mira con lupa en todo el planeta.

Antes de llegar al cénit deportivo de su carrera (ha sido subcampeona de la WNBA con los Atlanta Dreams y de la Liga Femenina con Perfumerías Avenida de Salamanca) la pívot caribeña tuvo que labrar su camino en el Club Bàsquet Puig d'en Valls. La entidad ibicenca apostó por ella cuando era una auténtica desconocida y acertó de pleno en su fichaje.

Llegó a Santa Eulària en la temporada 2006-2007 con un contrato por poco más de cinco millones de las antiguas pesetas y su rendimiento durante la primera vuelta del campeonato fue poco menos que discutible. Tal es así que tras la disputa de la Copa de la Reina en Jerez, en la que el equipo ibicenco cayó en cuartos de final ante Arranz Jopisa Burgos, el club se planteó prescindir de ella por bajo rendimiento, pero tras una charla que tuvieron ella, el director deportivo, Víctor Torres, y el entrenador, Jordi Fernández, le hicieron ver que tenía que asumir un papel protagonista en el equipo y así fue. Su segunda vuelta fue espectacular.

Continuó su progresión en el segundo año en el conjunto pitiuso, con el que finalizó en tercera posición de la fase regular y donde jugó las semifinales por el título de Liga y por la Copa de la Reina que se celebró en Sevilla en 2008.

Tras muchas horas de reunión en una habitación de hotel entre los directivos del plantel ibicenco y el representante de Lyttle, la pívot aceptó continuar ligada al proyecto santaeulariense. Su tercera temporada en el PDV fue la que le catapultó hacia el estrellato. Fue mejor jugadora (MVP) de numerosas jornadas de Liga, así como de la Copa de la Reina que se disputó en Salamanca, en la que la plantilla de la Villa del Río obtuvo el subcampeonato. Sería su último año en el club que preside Vicente Torres. Aquel ejercicio (2008-2009) su ficha había subido enteros y rondaba los 70.000 euros, que fueron bastantes menos porque estuvo lesionada un mes y medio.

Precisamente en el certamen copero que se celebró en tierras charras se rubricó el contrato de la jugadora hispano-caribeña por el Perfumerías Avenida. Diario de Ibiza trató de conocer su ficha en la entidad castellano-leonesa, pero fue imposible. Aun así, algunas voces apuntan a que sus honorarios se han quintuplicado en el bloque que comanda Juan Antonio Hidalgo.

Jordi Fernández, actual técnico del Ros Casares, ha dirigido a la caribeña durante cuatro temporadas (tres en el PDV y una en Salamanca). Considera que su incorporación al equipo ibicenco fue el fichaje «con mayúsculas» y «todo un acierto» de la dirección deportiva. «Es una persona que dio al club un salto de calidad. Fueron unos años que se hicieron las cosas muy bien por parte de todo el mundo, pero Sancho tuvo un porcentaje de culpa muy alto de que todo rodara. Hemos tenido la suerte de tener una estrella que no se siente así y por ese motivo la tuvimos tres temporadas», argumentó.

Fernández recordó que cuando fichó por el PDV ella era «una niña» en todos los aspectos y no asumió su rol de jugadora «fundamental». «No hacía ruido y jugaba más Katia da Silva que ella. Cuando asumió ese rol su ascenso fue meteórico», declaró el técnico catalán quien también remarcó que durante los cuatro años que la ha tenido a sus órdenes «nunca» ha tenido un malentendido. Asimismo, destacó que su parte de culpa de su progresión ha pasado por distintos aspectos. «Intentamos enseñarle la lectura del juego, mejoró su tiro, jugaba unos contra unos de cara, y ahora se ha convertido en lo que es: una de las mejores jugadoras de la Liga Femenina por no decir que la mejor», subrayó.

Por otro lado, Lyttle, dentro de la humildad que le caracteriza, ha venido declarando que llega a la selección española como «una más» y que no es ninguna estrella

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