
El club de baloncesto femenino Aros no solo fomenta el deporte base en territorio nacional, sino que pretende ampliar fronteras. A parte de entrenar al primer equipo y trabajar con las categorías inferiores del club, Isabel Fernández ‘Moses' tiene en mente un proyecto solidario.
Como ella misma asegura, el objetivo principal del club es "f
ormar tanto deportiva como personalmente a futuras jugadoras del primer equipo", de manera que está trabajando para intentar traer a dos jóvenes dominicanas e incluirlas en las disciplinas del club. "
Por ofrecer una oportunidad a esas niñas merece la pena, pero también es una experiencia para nuestras jugadoras que les enseñe a valorar lo que tienen". En este intento de avanzar en los valores humanos personales y colectivos que tratan de inculcar a sus jóvenes jugadoras, el club recibió la propuesta de una ONG internacional, Promundi Tres, para mejorar la calidad de vida de estas dos niñas dominicanas.

Se trata de un proyecto de colaboración con el que el club becaría a esas dos jóvenes durante un curso escolar "
como enseñanza de vida para las categorías inferiores, y para poner su pequeño granito de arena en la formación integral de las dos niñas".Promundi Tres nació en 1999 con el objetivo de canalizar la ayuda y colaboración recibida para el desarrollo de los pueblos indígenas en Panamá que sufren las más altas tasas de pobreza del país. Con mucho esfuerzo consiguieron ampliar a República Dominicana su campo de trabajo, llegando a construir escuelas y centros sanitarios. En esta zona del Caribe, nació en 2004 la escuela Adotalents, con la que mediante la práctica del baloncesto, se intenta educar a los jóvenes de la zona y ofrecerles una alternativa en forma de ayuda y solidaridad.
Precisamente en la formación mediante la práctica del deporte, el Aros tiene 13 años de historia que le avalan. Del club leonés han salido, entre otros logros, cuatro jugadoras promesas de Castilla y León, una jugadora como mejor deportista de Castilla y León, ocho jugadoras convocadas en concentraciones de la selección nacional y cuatro jugadoras participantes en competiciones oficiales internacionales. A parte, entre sus principales objetivos, está la vinculación de colegios a sus categorías inferiores con el fin de conseguir una estructura consolidada de club tanto de formación como de competición.
Sin embargo, la única opción que el club tiene en estos momentos para poder ayudar a esta ONG y hacer realidad el proyecto propuesto por Moses es buscar uno o varios métodos de ayuda económica que les permita hacerse cargo de los gastos de viaje y estancia de estas dos jóvenes. En función de ello y del presupuesto para la próxima temporada 2010/2011, el club valorará traer a una o a las dos niñas. Incluso Moses se plantea renunciar a una nueva incorporación y dedicar esa parte del presupuesto a este proyecto, reflejo de la importancia que para ella y para el club tiene esta iniciativa. El coste de viaje, residencia y manutención de ambas niñas asciende a 13.600 euros, ya que en principio el club se hará cargo de los gastos derivados de la escolarización si finalmente este proyecto se hace realidad. Es admirable que, a pesar de los grandes recortes presupuestarios a los que se enfrenta el club, y las dificultades que ello conlleva, sigan preocupados siempre desde el deporte base, de mejorar las condiciones de vida de los más pequeños. Y es que Moses no es una entrenadora convencional.