Para la directiva y el cuerpo técnico del Joventut Mariana el mes de agosto dejó de ser sinónimo de descanso hace ya mucho tiempo. Casi una década de trabajo en pleno verano para construir un proyecto de ascenso a Liga Femenina primero y ahora para lograr la permanencia en una de las ligas más competitivas de Europa.
Pero en esta ocasión el reto presenta todavía más dificultades añadidas. Y es que la delicada situación económica que atraviesa la entidad presidida por Fredy Mainzer obliga al club a buscar alternativas en su tercera travesía en la élite del baloncesto femenino nacional. La escuadra sollerica incluso barajó la posibilidad de vender su plaza durante el pasado mes de mayo, ante el interés de otros clubes como el Palacio de Congresos de Ibiza.
A pesar de todo, el Mariana finalmente se inscribió en Liga Femenina. Pero se vio obligado a reducir el presupuesto para el presente curso en más de cien mil euros, la mayoría en lo que se refiere a los sueldos de las jugadoras.
El conjunto mallorquín optó entonces por una arriesgada apuesta con la incorporación de jóvenes promesas, especialmente de jugadoras nacidas en la isla, sin ningún tipo de experiencia en Liga Femenina, para completar una plantilla con otras jugadoras de contrastada trayectoria como Shay Murphy, Gisela Vega, Murriel Page o la mallorquina Gabi Ocete. Sin embargo, buena parte del trabajo hecho hasta la fecha se vino abajo el pasado miércoles con la rescisión del contrato de la americana Murriel Page, a petición de la propia jugadora. El buque insignia del Mariana durante las dos últimas campañas zarpaba rumbo al Uni Girona.
El técnico Jorge Méndez ya se mostró apenado tras la inesperada marcha de la pívot. "Vamos a ver qué podemos hacer ahora, Murriel es una jugadora insustituible. No vamos a encontrar a nadie como ella en el mercado", sentenció el salmantino.
Hasta el momento, a falta de las últimas incorporaciones, el cuadro del Valle de los Naranjos cuenta con las bases Gabi Ocete y Laura Villaescusa, tras un año en blanco por lesión. Para el resto de posiciones exteriores destacan la paraguaya Paola Ferrari y la estadounidense Shay Murphy. Mientras, las mallorquinas Inma Zanoguera, María España y Alejandra Quirante tratarán de aprovechar sus oportunidades y continuar con su progresión entre las mejores.
Reforzar la pinturaEl Joventut Mariana debe ahora redoblar sus esfuerzos en busca de una alternativa de garantías para acompañar a la argentina Gisela Vega en la pintura, puesto que el resto de jugadoras interiores, la rusa Natalia Bogdanova y la búlgara Stefka Miteva, no reúnen las características para asumir el protagonismo de la pívot estadounidense. Aunque en el club solleric también verían con buenos ojos la llegada de una jugadora con algo más de experiencia en el perímetro. Así pues, el equipo mallorquín trabaja a contrarreloj para iniciar la pretemporada con toda las necesidades del equipo cubiertas, pero con la obligación de controlar el gasto en salarios. Sin duda, no lo tendrá nada fácil.
