El futuro del Celta Indepo continúa en el aire. El tiempo se agota y
el club vigués sigue sin recibir el apoyo institucional que necesita
que garantice su supervivencia. Las jugadoras están pendientes de
cualquier noticia en el club vigués para decidir su futuro. Nadie quiere
arrojar aún la toalla, pero lo cierto es que el tiempo juega en contra.
Las extranjeras tienen suculentas ofertas de Europa y el Salamanca
quiere a Blanca Marcos
A pesar de ser una historia que año tras año se repite, la realidad es
que el futuro del Celta femenino está este verano más en el aire que
nunca. Ya no se trata de una cuestión de jugar en Europa o no, sino que
la cuestión es vivir o morir, así de duro. En los próximos días se
escribirá un nuevo capítulo en la historia del Celta femenino, y ésta
vez puede ser el capítulo final. La directiva que preside Paco Araújo
lleva varias semanas intentando cuadrar el presupuesto de la próxima
campaña, paso previo a la confección de la plantilla. Una plantilla que
por respeto a la entidad y, sobre todo, a Paco Araújo, espera una
llamada del club vigués antes de escuchar otras ofertas, que son
múltiples y de lo más jugosas. Nadie quiere hacer nada sin saber primero
lo que va a pasar en Vigo.
Las gestiones para cuadrar el capítulo
económico son múltiples. Muchísimas empresas de Vigo están recibiendo la
visita de los directivos buscando esa aportación económica que ayude a
la supervivencia del club, y la respuesta no puede ser más positiva.
Araújo y su grupo saben de las dificultades económicas por las que
atraviesas las empresas viguesas, y no quieren que el equipo femenino
sea una carga más, pero nadie quiere darle la espalda a uno de los
clubes más laureados de la ciudad.
Pero la respuesta del tejido
empresarial de la ciudad no es suficiente para mantener el barco a
flote. La pelota sigue estando en el tejado de las instituciones, que
siguen sin dar señales de vida. Cuando el equipo consiguió la mejor
clasificación de los últimos años, ganando además la clasificación para
competición europea, fueron múltiples los guiños que se hacían desde las
administraciones. Sin embargo, a día de hoy sólo han sido eso, guiños.
Concello
de Vigo, Diputación de Pontevedra y Xunta de Galicia siguen sin
concretar sus ayudas para que el Celta femenino pueda planificar la
próxima campaña. La ciudad ganadora del premio Nacional del Deporte
continúa sin acordarse del equipo que le ha dado títulos en la última
década. La Diputación no quiere fijarse en los éxitos de las categorías
inferiores del Celta, con la participación de los equipos junior, cadete
e infantil en los campeonatos de España, y la Xunta no recuerda que
fueron los patrocinadores del Extrugasa cuando jugó competiciones
europeas.
El futuro del Celta femenino pende de un hilo, y ese hilo
está ahora sujeto por las instituciones, sobre las que recae la
responsabilidad de que el club siga escribiendo su historia. El resto de
clubes de España está al acecho del futuro del club para hablar con las
jugadoras, conocedores de que nadie hace nada sin hablar antes con el
club. Las extranjeras tienen suculentas ofertas de Europa, y Salamanca
quiere repescar a Blanca Marcos, una vez que la jugadora ha despuntado
en sus dos años en Vigo
Raúl Rodríguez farodevigo.es
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