Ha pasado más de un año desde que Laura Audere se lesionase -fue en diciembre de 2008, en Alcobendas- para que la jugadora letona vuelva a sentirse jugadora. Mientras, un largo proceso de recuperación que empieza a superar para recuperar el nivel que tenía antes de la dolencia

Corría el minuto siete del partido de la Liga Femenina 2 que el 20 de diciembre de 2008 enfrentó al Alcobendas y el Universitario cuando Laura Audere, jugadora letona del equipo ferrolano, cayó al parquet con evidentes signos de dolor después de realizar un mal gesto. "En el suelo ya me di cuenta de que me había roto la rodilla", recuerda con precisión casi fotográfica la alero báltica.

De hecho, las pruebas médicas que se le realizaron después confirmaron los malos augurios y dictaron que la baloncestista sufría la rotura del ligamento cruzado anterior de su rodilla derecha, una dolencia que, después de ser intervenida quirúrugicamente casi un mes después, la iba a mantener alejada de las canchas cerca de medio año. Pero ha pasado más de un año para que Audere empiece a ver la luz al final del túnel. Entre medias, una duro proceso de puesta a punto en compañía, sobre todo, del recuperador del club, Ángel Bermúdez, algún susto en forma de recaída después de volver a las canchas -un quiste de Baker retrasó un mes más la vuelta a la actividad de la alero letona- y mucho, mucho trabajo. Por eso, la baloncestista reconoce que una lesión como la que ella sufrió tarda en recuperarse mucho más de los seis meses que al principio están estipulados.

De hecho, Audere califica esta temporada en su conjunto como la de su recuperación, aunque espera que en los tres meses que quedan de competición en la presente temporada le sirvan para ir alcanzado su mejor nivel, el que tenía antes de la lesión.

Confianza > Pero, después de los malos momentos, Laura Audere empieza a recobrar su mejor nivel. De hecho, la jugadora reconoce que ya no siente miedo a la hora de desenvolverse sobre la cancha y, además, comenta que cada día que pasa va adquiriendo más confianza. "Y la confianza es el cincuenta por ciento de mi juego", revela la alero letona, que explica que sólo cuando siente molestias en la zona lesionada es cuando no puede hacer frente a los partidos con garantías de competir, pero sí cuando no se encuentra bien. Por eso, ahora lo que pretende es encontrar la continuidad necesaria, tanto en los entrenamientos como en los partidos, para volver a rendir al cien por cien. Y es que, como admite la propia Audere, "no soy una jugadora de demasiado talento, sino que necesito tener mucha continuidad a la hora de trabajar". En eso coincide su entrenador en el Universitario, Chiqui Barros, que está satisfecho con la recuperación que ha llevado a cabo la alero letona, aunque también apunta que todavía le falta algún tiempo para llegar a ser la jugadora que era cuando llegó. De hecho, Audere apunta algunos aspectos de su juego en los que la lesión ha influido. Por ejemplo, la rapidez en los desplazamientos -"ya no era una jugadora demasiado veloz, pero ahora hay algunos movimientos, sobre todo los laterales en defensa, que me cuestan mucho más", comenta- o el hecho de avanzar botando la pelota. Sin embargo, estas carencias físicas las suple ahora con una mayor experiencia, conocimiento del juego, colocación en la pista...

O sea, pequeños trucos para que las rivales no noten la desventaja que tiene en la actualidad. Con todos estos argumentos, Audere espera tener la oportunidad de demostrar en Ferrol cuáles son sus capacidades. Y para esto dispone, primero, de lo que queda de la presente temporada y, tal vez, de algún tiempo más si permanece en el equipo ferrolano. En este sentido, la jugadora letona reconoce que le gustaría continuar en el Universitario, primero porque se siente muy cómoda en el equipo, pero también porque se siente bien en España, el tercer país -los anteriores fueron Chipre e Italia- en el que juega al baloncesto desde que saliese de su Letonia natal. "Pero no sé lo que va a pasar", dice Audere, "aunque me gustaría que se pudiese ver mi auténtico nivel y de lo que soy capaz en una pista de baloncesto".

Juan Quijano // foto: Jorge Meis
diariodeferrol.com