Obenasa Navarra se proclamó ayer en Noáin campeón de la Supercopa navarra tras vencer en la gran final al Ardoi, que llegaba a la cita como flamante campeón de la Copa. Sin embargo no hubo margen para la sorpresa y la lógica superioridad de Obenasa acabó imponiéndose. Las de Rupérez mandaron desde el inicio y consiguieron en la primera mitad, la más igualada, rentas de alrededor de 15 puntos.

Tras el descanso, la mayor preparación y profundidad de banquillo de Obenasa hizo que Ardoi pagase el esfuerzo físico y las diferencias aumentasen. A pesar de todo, las subcampeonas completaron un digno papel ante un equipo muy potente que esta temporada aspira a subir a la máxima categoría del baloncesto nacional.

César Rupérez aprovechó el encuentro para dar minutos a las jugadoras menos habituales en la Liga como Herrera o Idoate. Entre todas ellas sobresalió Tadea Lizarbe, que con sus 13 puntos fue una de las mejores de la final.

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