El Aros logró su primera victoria en casa de la temporada para poner tierra de por medio con los últimos clasificados del grupo y poder vivir las próximas semanas con cierta tranquilidad. En un partido en el que los minutos finales fueron determinantes el choque resultó pleno de alternativas y la igualdad fue la nota dominante con un Aros que salió menos enchufado que su rival.

El equipo orensano llevó la delantera en el marcador en los minutos iniciales, pero sin conseguir ventajas importantes. El equipo de Moses se recuperó de su salida fría que no es la primera vez que le pasa este año y en el segundo cuarto fue claramente mejor que su rival pese a las dificultades que tuvo el equipo leonés para sacar el balón ante la presión defensiva de las gallegas que provocaban muchas pérdidas en la escuadra leonesa.


Dos triples cuando peor lo estaban pasando las leonesas les sirvió para recuperarse y colocar un parcial de 8-0 que les permitía empezar un partido nuevo, llegándose al descanso con un 41-35 que dadas las circunstancias parecía una buena renta. Sin embargo, se cumplieron todos los pronósticos y la segunda parte fue fiel a lo esperado. El tercer cuarto no fue el mejor de un Aros que dejó de trabajar en equipo y sus individualidades no le dieron fruto.


Con empate a 55 se entraba en el último cuarto en el que el Aros pareció desmoronarse y pagó sus errores viéndose nueve por detrás en el marcador a cinco minutos del final. Un arranque de rabia de las leonesas les permitió equilibrar el choque y acabar ganándolo desde la línea de tiros libres.


Gil Fernéndez
la-cronica.net