Díaz achaca la derrota a tres factores: "la desorganización en ataque, la falta de ritmo y acoplamiento y el hándicap físico porque ellas son más grandes en el juego interior". De los tres, el primero es el que menos le ha gustado porque es justo lo que él le pide al equipo que no haga. La falta de ritmo y acoplamiento se corregirá con el paso de las semanas y en cuanto a la cuestión física saben que deberán compensarla durante toda la temporada con otras virtudes. Pero el desorden ofensivo fue una sorpresa y en este sentido el entrenador reconoce que "las jugadoras querían ganar pero equivocaron el camino porque optaron por el individualismo en vez de jugar como un equipo, que es como entrenamos". Ello les hizo cometer muchas pérdidas de balón e infinidad de fallos en el tiro. "Si nos conocemos poco y aún por encima no jugamos como un equipo, el resultado es el que fue, incluso hubo momento de anarquía", añade un Tito Díaz que confía en ir mejorando conforme avancen las sesiones de trabajo, aunque lamenta que "hayamos dado un paso atrás porque en Portugal el equipo había mejorado mucho".

Y pese a todo, el Extrugasa tuvo opciones de victoria en la cancha del Bembibre, aunque en el último cuarto se impuso la veteranía y el mayor acoplamiento de un equipo que apenas ha sufrido cambios con respecto a la temporada pasada.

Al equipo vilagarciano le espera el sábado un difícil test porque en la segunda jornada recibe al Pío XII santiagués, uno de los candidatos al ascenso.

J.L. Chantrero // foto: Y. Domínguez
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