Bangkok. Esta ciudad quedará grabada en la memoria del baloncesto español. La capital tailandesa se convirtió ayer en el escenario en el que un equipo femenino subio a un podio mundial por primera vez en su historia. Un orgullo que llegó también a Aragón, especialmente hasta San Juan de Mozarrifar.

Esta pequeña localidad zaragozana vio ayer cómo una de las suyas se hacía con una plata que sabía a oro y además era incluída en el quinteto ideal del campeonato. Se trata de Cristina Ouviña, una joven de 19 años que se ha convertido en el timón de la selección española. Una gran directora de orquesta.

La base zaragozana ha realizado en Tailandia un campeonato perfecto y ha visto cumplidos uno de los sueños de todo deportista: jugar la final de un Mundial. Algo que, por su grandeza, no es fácil de asumir. Y más aún cuando habían acudido a la cita sin haberse entrenado antes todas juntas y habiéndose marcado como objetivo quedarse entre los ocho primeros. "Yo creo que ni nosotras mismas éramos conscientes de lo que estábamos haciendo. Ha sido un campeonato casi perfecto", reconoció Ouviña al terminar el partido.

Un sueño que no ha vivido sóla. Su gran amiga Isabel Pérez, jugadora del Stadium Casablanca también ha formado parte de este equipo histórico. Sin duda, otra de las grandes de Aragón.

La de ayer no es la primera vez que Cristina subía al podio. Ya lo hizo en el Europeo sub16 de 2006 (medalla de oro) y en el de este verano con la sub20 (plata). Un palmarés que avala la gran calidad de esta jugadora. Es una de las grandes. Sólo le falta consagrarse en Liga Femenina, una asignatura que presumiblemente aprobará esta temporada con el Mann Filter, su equipo.

Ouviña ha demostrado que está capacitada para dirigir a cualquiera. Una responsabilidad que debería asumir este año en el Pabellón Siglo XXI de Zaragoza.