
Sólo un milagro podría salvar al CB San José de la desaparición como
club deportivo tras una exitosa trayectoria sobre el parqué. Y,
finalmente, parece que este milagro no va a producirse. Las deudas
ahogan la economía del club, que prácticamente no dispone de liquidez
suficiente, ni siquiera, para hacer frente al aval necesario participar
en la Liga Femenina, y cuyo plazo de presentación expira el próximo 8
de julio. Y todo ello sin contar que el club leonés aún debería hacer
frente a una multimillonaria deuda con la Seguridad Social por el caso
Arminda Moreno.
El caso es que el club nacido en 1989 en el patio del colegio de las
Agustinas San José de la capital leonesa tiene las horas contadas. El
‘alma mater' de la entidad leonesa, así como su entrenador de siempre,
el leonés Miguel Ángel Estrada, confesó ayer mismo que vive con
"impotencia" las últimas horas del club que él mismo alumbró hace tres
lustros, y que se convirtió en el mejor club femenino de la historia
del baloncesto leonés.
"Se va a cometer una injusticia con nosotros",
se lamentaba el técnico, que posiblemente dejará los banquillos tras su
dilatada trayectoria en el Feve San José.
En cualquier caso, como dice el aforismo, ‘mientras hay vida hay
esperanza', y hasta el próximo 8 de julio aún puede darse un giro
radical en los acontecimientos que permita al club seguir subsistiendo,
al menos, una temporada más en la elite del baloncesto español, aunque
lo cierto es que parece muy poco probable.
Actualmente desde la directiva de la entidad leonesa se barajan otras
opciones para que la capital leonesa no se quede sin un equipo femenino
de elite. Éstas irían encaminadas a salir en la categoría de plata,
para empezar de cero un camino que hace años ya recorrió el club leonés
para llegar no sólo a la elite nacional, sino también europea.
Una lástima si al final se consuma esta muerte anunciada, porque el
baloncesto femenino leonés retrocederá una década de golpe para
regresar a aquellos años en los que la elite se leía sólo en los
periódicos o se veía por la tele.
Nacho Sáenz de Pipaón
la-cronica.net