"Es el paso correcto", afirma la jugadora del Celta Indepo tras hacerse oficial el fichaje

Alba Torrens ha firmado con el Perfumerías Avenida por dos temporadas.
Clausura así su etapa viguesa, que en el futuro se recordará como
esencial para una carrera que apunta a leyenda. El Celta Indepo y su
estrella se despiden con lágrimas en los ojos. "Quizás algún día pueda
volver a vestir esta camiseta y no lo digo por la emoción", certifica
la mallorquina.
Se sabía de sobra en los corrillos baloncestísticos.
Faltaba el ritual señalado en estos casos, que el Perfumerías Avenida
ha querido aplazar hasta cerrar la campaña. A una nueva derrota a manos
del Ros Casares en el play off por el título le ha seguido de forma
inmediata el anuncio de este fichaje, sobre el que intentarán construir
un proyecto capaz de plantar cara a las valencianas.
El Celta Indepo
estaba más que resignado a la marcha de Torrens, a la que han
disfrutado durante tres campañas, de los 17 a los 19 años. El potencial
actual del club olívico se había convertido en un traje demasiado
estrecho para una jugadora con semejante progresión. Si había alguna
posibilidad de competir con los otros pretendientes, y eso por la
ventaja del corazón sobre la cartera, todo se deshizo al quedar fuera
de Europa. Que es lo que Torrens se había señalado como próximo jalón.
La
balear diseña su itinerario con una madurez impropia de su edad. El
verano pasado decidió quedarse en el Celta Indepo, renunciando a
contratos más jugosos. Y ahora dibuja un equilibrio perfecto entre
ganancias, conveniencia personal y ambición colectiva. En Salamanca se
encontrará un equipo en el que reinará, y que dispone del respaldo
institucional y popular más sólido de la Liga Femenina. "Tenía algunas
propuestas más, pero éste es el paso correcto", valora Torrens. "En el
Perfumerías tendré la posibilidad de disfrutar de minutos, mejorar y
aprender, y a la vez luchar por cosas importantes".
Como la mudanza
a la capital charra era más que inminente, Torrens ya se había
despedido en Vigo de compañeras, técnicos y directivos. El propio
presidente, Paco Araújo, y el entrenador, Miguel Méndez, respaldaban su
decisión como la más adecuada. Todo se ha ejecutado con ese ambiente
familiar que distingue al Celta. "La verdad es que estoy contenta por
irme a un gran club como el Perfumerías y a la vez me siento triste por
dejar Vigo, donde he disfrutado de tres años muy buenos", indica la
alero.
Porque Torrens es consciente de cómo esta etapa celeste la ha
impulsado. Llegó siendo una niña que prometía. Se la trajeron a Vigo
Méndez y el director deportivo, Carlos Colinas, expertos en los
talentos adolescentes. Se va con la etiqueta de olímpica y convertida
en una de las seis únicas internacionales fijas de Evaristo Pérez para
disputar el próximo Europeo, al nivel de las Valdemoro, Aguilar,
Montañana o Palau. La WNBA la espera con los brazos abiertos para
cuando cumpla la edad reglamentaria. "El Celta fue el primer club que
me dio la oportunidad de jugar en la Liga Femenina. Confiaron en mí y
eso a los 17 años es algo importantísimo. Es con lo que te quedas y
estoy muy contenta de haber pertenecido a ese club".
Por eso espera
reencontrarse con el Celta en algún meandro de lo que ha de ser una
larga trayectoria. Y por eso lamenta dejar a la entidad con las
habituales angustias de esta época, cuando las dudas sobre patrocinios
y apoyos suelen sembrar la duda respecto a la continuidad del equipo
profesional. "Estar todos los años con esto, que no se puedan elaborar
proyectos de más de un año, sí que puede ser un problema", acepta Alba
Torrens. Igual que ella, todas las jugadoras han terminado contrato.
"Pero espero que se solucione todo", dice como deseo final. Araújo
trabaja en ello y las gestiones parece bien encaminadas. El Celta
renacerá en otoño, con la plantilla retocada en lo necesario y la
voluntad de batallar. Y también con cierta nostalgia de este Alba
Torrens que en Vigo empezó a hacerse gigante.
ARMANDO ÁLVAREZ farodevigo.es