Tras un inicio preocupante, las alcarreñas apretaron en defensa y, bajo la dirección de Nájera, se hicieron con un merecido triunfo Alvargómez ganó el último partido de la temporada a
domicilio y lo hizo con autoridad, sufriendo y defendiendo, como viene
siendo habitual en los últimos partidos. Y eso que las cosas se
pusieron muy torcidas en los primeros minutos del encuentro, con una
salida en tromba de un Ibaizábal que se le jugaba todo en este partido,
y que endosó un preocupante 16-4 en el marcador, pillando a un
Alvargómez dormido, con muchos problemas en el juego interior, que no
acababa de entrar en el partido. Pero
las cosas mutaron cuando cambió la defensa del equipo alcarreño. El
banquillo castellano colocó una zona con distintos ajustes, que dejó
seco al equipo local, para recuperar, con un 0-11 sus opciones de ganar
el partido. De hecho, bajo la batuta de Carmen Nájera, muy acertada en
la dirección de juego, las albinaranjas fueron cobrando ventaja.
Ibaizábal se acercó en algunos momentos en el marcador, después de
alcanzar desventajas de más de diez puntos, pero Alvargómez supo
mantener la serenidad.
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