La buena segunda vuelta de las alcarreñas, que hace ya varias semanas se alejaron de los puestos complicados de la tabla, hace que Alvargómez afronte el tramo final de la competición con una tranquilidad que hace unos meses era impensable.

     Casualmente, Irlandesas fue el partido de la vuelta de García Arés a los banquillos, en donde se comenzó a fraguar una mejoría de resultados, tras ganar a domicilio el equipo alcarreño tras una larga racha también de derrotas.

      Actualmente, el equipo vasco ocupa la decimotercera plaza, con 6 victorias y 19 derrotas.         Se trata de un equipo con los papeles muy definidos que basan sus sistemas de ataque en la búsqueda de balones interiores para sus postes (concepto alrededor del que giran todos sus movimientos), después  Nidia Jiménez  y Estefanía Pérez penetrando para doblar exterior a Tzankova que es su tiradora más peligrosa.          Las exteriores absorben todo el protagonismo en el contraataque donde son muy agresivas en penetración, en estas situaciones Jiménez, Tzankova y Sañudo se desenvuelven con mucha solvencia, gran velocidad y variedad de recursos; su americana, Smith, corre muy bien como cuarta jugadora, debido a su agilidad y gran movilidad.         Contra defensa en zona tienen dificultades ya que les cuesta encontrar situaciones claras para jugar interior y su ataque se hace menos fluido.  Es la peor defensa de la liga con 71'2 ppp. Interiormente poco consistentes, y con graves problemas de rebote (el equipo que menos coge en la liga). Intentan mantener un ritmo alto de juego con rotaciones constantes, empleando 10 jugadoras de forma habitual (sólo Smith sobrepasa los 30'pp) con dos jugadoras por posición.       

      A pesar de tratarse de un equipo peor clasificado que las alcarreñas, la balanza se decantará del lado de las alcarreñas sólo si, desde el principio, mantiene la tensión ante un equipo herido, que llegará al San José con una necesidad enorme de ganar.