El mejor partido
de la temporada, prórroga incluida, lo decide una controvertida decisión
arbitral en la última jugada. Al final venció
el Olesa por 87-89. Era el partido más
importante de la temporada, y el Magata estaba vestido para la ocasión.
Gradas azules, banderas y gritos de ánimo recibieron a las chicas,
pero estas salieron dormidas y recibieron un0-13 de parcial, que encabezó
Anna Cruz, tras una primera canasta de Eldebrink. Normalmente, eso
habría supuesto decisiones precipitadas, nervios y mal juego, pero
hoy no. Conscientes de lo que se jugaban, el Estu mostró sus armas:
intensidad y defensa y las exteriores apretaron para llegar al final
del primer cuarto con 16-21.
El segundo cuarto siguió
con una enchufada Anna Cruz, pero al fin iba a encontrar su réplica:
Laura Herrera. La tinerfeña hizo hoy un partido épico: Anotó,
reboteó, estorbó en defensa, forzó hasta 11 faltas, y, en definitiva,
desquició a sus rivales. Laura ha tenido una temporada enorme, empezando
en el banquillo, ganándose un puesto como titular, y en partidos como
hoy ganando jerarquía. Su casta contagió a sus compañeras, en especial
a Nicole Teasley, que terminado su período de adaptación, demuestra
con creces su calidad y su implicación. Sólo el buen hacer de Cruz,
apoyada siempre por Liljestrand,
permitió a las espanyolistas llegar arriba al final de la primera parte:
42-44.
El tercer cuarto fue
para el Estu. Una técnica al banquillo visitante (merecida por las
incesantes protestas a cualquier decisión todo el partido) comandaba
un parcial de 6-0 para el Estu, que se ponía delante 48-44. El Hándicap
fue la cuarta personal de Herrera, aunque Andrea Csaszar, algo
gris hoy, tomó bien el relevo de su compañera. 58-54
finalmente y todo por decidir.
El último cuarto comenzó
bien para las catalanas, que pronto se fueron en el marcador lideradas
por Podkovalnikova. Pero el regreso de Herrera dio alas a las
madrileñas, que llevadas en volandas por su público, tuvieron el partido
en sus manos. Wyckoff apareció en los momentos importantes, con su
trabajo silencioso en ambas canastas. Al final a falta de tres segundos,
con el Estu uno abajo en el marcador, Eldebrink pudo decidir el partido
desde los tiros libres, pero fallo 1 y el encuentro quedó abocado a
la prorroga.
La prórroga fue tensa.
Muy tensa. La defensa primaba sobre el ataque, todas las decisiones
arbitrales se protestaban, y nadie conseguía anotar mucho. Podkovalnikova
y Cruz eran las destacadas de las visitantes, y Herrera y Sandra
Ygueravide, siempre sin miedo, comandaban la pelea local. Los últimos
30 segundos fueron muy controvertidos. Con 85-87, Podkovalnikova hizo
falta de ataque en el bloqueo, la quinta. Expulsada, ante la indignación
de todos los ramireños, se mantuvo cerca de un minuto en el campo,
sin que los árbitros pitasen técnica, y además se fue con un feo
gesto, diciéndole algo a Ygueravide, a la que tuvo que calmar Teasley.
El Estu empató en la siguiente jugada con canasta de Herrera, y a falta
de 12 segundos, el Olesa hizó una jugada a la desesperada. Liljestrand
pisó fuera (yo estaba justamente enfrente de esa línea), y sacó el
balón para Freixanet, que más fuera que dentro del tiempo,
metió de dos. Los árbitros dieron el partido por finalizado.
El post partido fue
para helar el alma a cualquier aficionado. Ygueravide llorando consolada
por una Teasley que se quedó para agradecer su esfuerzo a la afición.
Caras amargas, de derrota, de saber que ya no pueden fallar. El equipo
hoy ha dado muestras de lo que puede llegar a hacer jugando bien. El
partido contra el Zaragoza, será el que dicte el destino.
MIGUEL DE LA ASUNCIÓN LOK@S X EL BALONCESTO FEMENINO (MADRID)
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