El Celta Indepo afronta esta tarde, a partir de las 18.00 horas en
Valencia, uno de esos partidos en los que no hay nada que perder pero
sí mucho que ganar. Las vigueses se miden a un Ros Casares que lleva
quince victorias consecutivas en el campeonato aventajando en dos al
segundo clasificado, el Perfumerías Avenida

Las de Miguel Méndez son conscientes de que están ante una gran
oportunidad de ser el primer equipo en vencer en el pabellón Fuente San
Luis de Valencia. El conjunto de Isma Cantó tiene la cabeza puesta en
el decisivo partido del miércoles ante el Spartak de Moscú que puede
darle el pase a la Final Four.
Las valencianas vencieron el viernes a las rusas en el segundo partido
y para ellas todo pasa por conseguir la clasificación. Por ello Isma
Cantó aprovechará la ocasión para darle minutos a las jugadoras que
menos protagonismo están teniendo esta temporada, como Marina Ferragut
o Dubravka Dacic, jugadoras que en cualquier otro equipo serían
titulares indiscutibles.
Quien posiblemente disfrute de muchos minutos de descanso es Amaya
Valdemoro, que sufre una sobrecarga en el cuádriceps y es uno de los
pilares fundamentales para ese trascendental choque del próximo
miércoles en Moscú.
El Celta tampoco ha tenido una semana demasiado tranquila con la lesión
de Gema García. La base, que había sido una de las pocas jugadoras que
no había tenido problemas a lo largo de toda la temporada, sufrió un
fuerte ataque de ciática que la dejó postrada en cama. Así no entrenó
durante toda la semana, pero finalmente ha viajado con el resto de
compañeras y en función de las necesidades del partido podría disfrutar
de minutos o no. La escuadra se ha acostumbrada a tener en el banquillo
a jugadoras tocadas, que muchas veces exprimen al límite sus
posibilidades físicas para aportar algo de energía al equipo o
simplemente refresco para sus compañeras.
Pero la noticia realmente negativa de la semana estuvo protagonizada
Blanca Marcos, ya que al ser sometida a una revisión se observó que la
fisura de la mano todavía no había soldado del todo, por lo que se
decidió que todavía estuviera diez días más de descanso antes de
iniciar el trabajo con el resto de compañeras. Marcos ha visto cortada
de forma drástica una progresión en su juego que alegraba a todos.
Por su parte
Alba Torrens va cada día cogiendo el ritmo de los
entrenamientos y sin lugar a dudas llegará a la Copa de la Reina del
próximo mes de marzo en buenas condiciones. La plantilla sabe de la
dificultad del choque de esta tarde ante las valencianas, pero confían
en dar la sorpresa ante un equipo que piensa más en Europa que en la
Liga nacional
Raúl Rodríguez
farodevigo.es