  Al Extrugasa se le escapó de las manos una gran
oportunidad de dejar la permanencia a punto de caramelo. Realizó un
gran partido ante Hondarribia y a falta de un minuto y medio para el
final ya se celebraba en Fontecarmoa la cuarta victoria consecutiva,
pero un minuto y medio da para mucho en baloncesto. En ese tiempo el
Extrugasa echó por tierra todo el sensacional trabajo realizado
anteriormente, y lo hizo con errores infantiles. El partido llegó a esa
fase con 74-69 en el marcador. Sara tuvo la sentencia con un triple que
no entró y a partir de ahí, la debacle. A las jugadoras locales les
entró el miedo a ganar. Hubo varias oportunidades para sentenciar, pero
siempre sucedía lo mismo: pérdida de balón, con Arantxa especialmente
errática en este apartado. Fueron hasta cinco consecutivas y el
Extrugasa no fue capaz de anotar hasta un tiro libre de Sara casi sobre
la bocina. El Hondarribia jugó ese final de partido con la tranquilidad
que otorga su clasificación y supo aprovechar el nerviosismo local para
remontar y hacerse con la victoria. Con 74-76 tuvo Iziane la
oportunidad de provocar la prórroga pero sólo pensó en anotar de tres
para ganar y la jugada acabó como todas en este final de partido, con
pérdida de balón. El Extrugasa lo tenía claro. Para contrarrestar
la envergadura del rival lo mejor era correr todo lo posible y meterle
un ritmo alto al partido, aunque para ello hay una premisa fundamental,
dominar el rebote, y eso no era fácil ante una jugadora de 2,03 como
Bavendam. Pero la falta de centímetros se puede paliar con una gran
dosis de pundonor, arma que le sobra a jugadoras como Turek y Da Silva.
El caso es que el Extrugasa dominó el rebote defensivo, e incluso arañó
muchos en ataque, y pudo correr en bastantes ocasiones, lo que le
permitió mandar en el primer cuarto. Y cuando eso no ocurría había otra
arma importante: entrar a canasta y doblar el balón delante de la
espigada pívot alemana. El equipo vilagarciano jugó con fluidez en
ataque, de ahí los 25 puntos del primer cuarto -dato inédito este año-
y, sobre todo, con una extraordinaria actitud, conscientes de que la
victoria dejaba la permanencia prácticamente asegurada. Pero en
el segundo cuarto, con la llegada de las rotaciones, el equipo se
atascó y el Hondarribia se puso al mando, sin Bavendam en la cancha,
aunque durante este parcial la igualdad fue predominante. Ningún equipo
mandaba y el mejor ejemplo es que se llegó al descanso con empate a 37.
Iziane
Castro salió muy enchufada del vestuario y anotó los ocho primeros
puntos locales. Parecía que jugaba ella contra el Hondarribia. La
igualdad se mantuvo hasta el final, con un partido muy serio de un
Extrugasa liderado por sus tres últimas incorporaciones -Tuukkanen,
Iziane y Turek-, a las que se quiso unir Katia Da Silva con una
extraordinaria actuación. Entre las cuatro le amargaron la vida al
conjunto vasco, que se había cargado de faltas. Todo pintaba a favor,
pero el partido aún tenía deparado lo peor para el final. Fue un minuto y medio para olvidar, o para
recordar y analizar con el objetivo de que no se vuelva a repetir.
Parece que sólo se haya jugado ese tiempo en el partido. Todo lo
anterior quedó en un segundo plano, pero sería injusto con el equipo no
contar el buen partido que realizó ante un rival que, a excepción de
los dos grandes, es el que está en mejor forma. El problema es que los
partidos duran 40 minutos y no 38. Extrugasa (25+12+19+19): 75 Arantxa Novo (2), Sara
Gómez (5), Iziane Castro (23), Taru Tuukkanen (12), Elisha Turek (12)
cinco inicial Jaklin Zlatanova (4), Miriam Herrera (-), María
Asurmendi (-) y Katia Da Silva (17). Hondarribia-Irún
(20+17+15+26): 78 Helen Luz (13), Gortman (4), Amra Dapo (12), Lovelace
(18), Bavendam (10) cinco inicial Ana Suárez (7), Jovana Rad (6),
Todorova (2), Amaia Echeverría (-) y Lourdes Peláez (6). J.L.Chantrero diariodearousa.com-------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------- HONDARRIBIA-IRÚN LOGRA EL PÓKER
El Hondarribia-Irun está desatado y ayer consiguió su
cuarta victoria consecutiva, con la que se mete de lleno en la lucha
por el play-off europeo, el que jugarán los equipos clasificados entre
el quinto y octavo puesto. Hay una gran pelea en esa zona y las
bidasotarras deben enfrentarse todavía a Ros Casares, Perfumerías
Avenida y otros equipos de arriba, pero que sea difícil no significa
que no sea posible.
La clave de la victoria estuvo en la presión, la que
tenía el Extrugasa y la que ya no tiene el Hondarribia-Irun. Las
gallegas siguen en zona de peligro y ahí los balones queman. Las de
Joan Albert Cuadrat han hecho los deberes y ahora van, sin presión, a
mejorar nota.
El duelo fue muy igualado y ninguno de los dos equipos
lograba llevar sus rentas más allá de los seis puntos. El intercambio
de canastas ofrecía un bonito espectáculo, aunque el Hondarribia-Irun
no disfrutaba tanto porque casi siempre iba por detrás en el marcador.
El Extrugasa no sólo le ganab la partida en el rebote (32-21 al final
del partido) sino que además entorpecía mucho los ataques de las
verdes.
Sin embargo, las bidasotarras nunca se fueron del
partido. En parte, gracias a su buen porcentaje de triples (8 de 16), y
con cinco jugadoras distintas acertando desde 6,25: Helen Luz (3 de 4),
Lourdes Peláez (2/3), Amra Dapo (1/2), Ana Suárez (1) y Stacey Lovelace
(1/2)
Tras perder a Katja Bavendam por cinco faltas (minuto
33) y cuando el Extrugasa levantó su renta hasta los ocho puntos
(73-65), todo parecía perdido. Pero el Hondarribia-Irun empezó a
presionar en toda la cancha, robando balones que transformó a la
contra. En los últimos 2'20'', el parcial de 2-13 sentenció el choque,
con la puntilla que puso Helen Luz con dos tiros libres a falta de
cinco segundos. En una última jugada, con 74-78, el Extrugasa anotó el
primer tiro libre y tiró el segundo a fallar, pero el rebote fue para
Amra Dapo.
Nada más terminar el partido, las jugadoras llamaron a
la capitana Tania Quintero, que había sido operada el viernes de una
fascitis plantar y quizás se pierda lo que queda de temporada. Desde la
grada o el banquillo podrá ver cómo sus compañeras siguen luchando por
poner broche a una temporada en la que han pasado de estar a un paso
del descenso a meterse en esa pelea por volver a competición europea.
El próximo sábado pasará por Hondartza el Soller, que tiene dos victorias más.
IÑIGO ARISTIZABAL diariovasco.com
|