En una época en la que el romanticismo tiene un hueco cada vez más pequeño en el deporte, León tiene la suerte de contar con uno de esos referentes del deporte en estado puro. Un sueño hecho realidad que se empezó a forjar hace algo más de 18 años en el patio del colegio de las Agustinas. Sueños de juventud de un entrenador, Miguel Ángel Estrada que en aquel 1990 se planteaba dar forma a un equipo femenino en el colegio. Cogió un grupo de niñas de 12 años y empezó a trabajar con ellas. En infantiles. Y en cadetes. Y en juveniles. Hasta ahí nada raro. Pero aquel equipo fue creciendo hasta llegar a la elite

En el verano de 1996 se planteó que aquel grupo de jugadoras que lideraba Sara Castrillo no podía quedarse en la estacada. Encontró el apoyo del colegio y la apuesta de Mercaleón y se embarcaron en la aventura de hacer un equipo sénior. Aquella primera temporada en Segunda División el equipo no perdió ni un solo partido y acabó ascendiendo en El Ferrol.

Estaban en Primera División. Parecía lo máximo, pero lo mejor estaba por llegar. Aquel primer año en Primera el ascenso se escapó. No hubo que esperar mucho porque cuando se creó la Liga Femenina 2 el equipo leonés recibió la invitación para sumarse a la liga. Un año de tanteo, uno segundo en el que el equipo se quedó a las puertas del ascenso y a la tercera la vencida. Era mayo de 2004 cuando el equipo lograba el ascenso en la pista de Sóller. De nuevo parecía algo insuperable, pero tras asegurar la permanencia con sufrimiento en la primera campaña, el equipo leonés jugaría ya en su segundo año en Liga Femenina la Eurocopa Femenina.
Listones por derribar

Más listones a superar. Se pasaron eliminatorias. Quintas en la Liga, después cuartas, finalistas de la Copa de la Reina y ahora en busca de la semifinal de la segunda competición continental.

Un sueño de hace 18 años. Más bien una utopía que acabó haciéndose realidad superando hasta los más descabellados sueños de juventud de Estrada. Ni en ellos se dibujaba que apenas una década después de que el balón empezara a botar en el patio del colegio de las Agustinas el club estaría en la máxima competición española y este año pueda presumir de ser el primer club nacido en un colegio que en un periodo tan rápido alcanza los cuartos de final de una competición europea femenina.

El orgullo de las Agustinas
Un orgullo para León y para el colegio de las Agustinas, como apunta la directora, Raquel Vaquero: "Para todo el colegio es una gran satisfacción que el equipo de baloncesto del San José haya llegado tan alto, ya que empezó con mucha sencillez, y sin pretensiones. La tarea de Miguel Ángel Estrada lo hace aún más meritorio, ya que ha sido una apuesta personal, avalada por el Colegio, que ahora da sus frutos y llega a lo más alto", explica Vaquero que se felicita por el éxito del club "ya que el deporte comienza a practicarse desde edades muy tempranas, desde los 5 años, por medio de juegos que hacen que los niños se enganchen al deporte como un medio de socialización y disfrute. En el Colegio se practican diez deportes, entre las que tiene un puesto privilegiado el baloncesto", remata.

César F. Buitrón
la-cronica.net