El Mann Filter de Carlos Iglesias tiene ante sí una nueva misión
imposible: ganar en la cancha del todopoderoso Ros Casares. El conjunto
zaragozano visita esta tarde (18:30 horas) el pabellón Fuente de San
Luis consciente de que sacar algo positivo es casi una utopía. Pero no
hay que darlo todo por perdido ya que a veces, cuando no te juegas nada
y tu rival sí, se puede dar la gran campanada El equipo valenciano del Ros Casares es segundo en la clasificación,
con tan sólo una derrota en Salamanca. En sus filas cuenta con Elisa
Aguilar, Laia Palau, Amaya Valdemoro y Anna Montañana, cuatro de las
jugadoras que defendieron la camiseta de España en los Juegos Olímpicos
de Pekín. A ellas hay que sumar, Roneeka Hodges, Jana Veselá, Ivana
Vecerová y Dubravka Dacic que son jugadoras con un importante renombre
internacional. Po si fuera poco todo lo anterior, el Ros cierra su
plantel con DeLisha Milton-Jones, las incombustibles y añoradas Elena
Tornikidou y Marina Ferragut y Erika de Souza. ¿Alguien puede dar más?
Imposible.
Por lo que respecta a la enfermería del equipo de Carlos Iglesias
todavía no se ha vaciado, aunque si ha disminuido de efectivos. La
pívot montenegrina Ana Baletic ha vuelto a los entrenamientos, lo mismo
que la turca Gulsa Akkaya y la americana Latoya Turner. Más difícil
está teniendo la recuperación de Laura Antoja, que ahora siente
pinchazos en el gemelo contrario, es decir en su pierna izquierda. Será
duda hasta última hora. El resto de jugadoras del primer equipo estarán
a disposición del técnico zaragozano.
Las jugadoras aragonesas viajan a Valencia animadas de que no hay
nada que perder, pero siendo conscientes de que es una misión casi
imposible. Hoy puede sonar la flauta y conquistar Valencia, pero siendo
realistas será muy complicado. Pero esto no deja de ser más que deporte
y en ocasiones salta la sorpresa. ¿Será hoy uno de esos días? diarioequipo.com
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