El inicio fue desastroso.Los partidos se contaban por derrotas y no se
veía luz al final del túnel.Pero todo cambió hace poco menos de un
mes,con la llegada de la experimentada base Montserrat Gilabert. Era la pieza que completaría el puzzle, y Mayte Méndez lo
sabía. Pero no es el clásico fichaje estrella. No aporta 30 puntos ni 15
rebotes. Aporta lo más difícil del baloncesto: pausa,orden y sentido
colectivo. Montse Gilabert llegó al Arxil Comervía por casualidad. La jugadora barcelonesas había cerrado un acuerdo con el Vinarós
Sin embargo, los problemas económicos (tan habituales.por desgracia, en
estos tiempos) golpearon al club dejando en la calle a ocho
profesionales. La base, conocía Galicia a la perfección tras su paso por
el Cortegada, no se lo pensó dos veces ante la llamada del club
pontevedrés" estoy muy agradecida al Arxil. Estaba en mi casa sin saber
que iba a ser de mí, dice. Mayte Méndez necesitaba un
revulsivo y lo encontró. El Arxil Comervía no buscaba una anotadora, tampoco era cuestión de rebote. No se sabía muy bien dónde estaba el
problema, pero las victorias no llegaban y la situación tomaba tintes
dramáticos.
En esta tesitura
aterrizó la barcelonesa, una "playmaker" clásica. Y fue la mejor
medicina. La entrenadora pontevedresa hizo coincidir con su debut
ciertos cambios en la disposición de sus jugadoras. Tamara Milovac dispone de más minutos, Ana Martin parece que vuelve a tomarle el pulso a la competición al igual que Sandra Entenza. Nadia ha mejorado sus prestaciones al lado de la catalana. Todo ello bajo la batuta de Gilabert, cuya incidencia ha sido brutal en lo colectivo, que es importante en este deporte.
Montse no se atribuye el papel de revulsivo "yo
simplemente intento ser una base, poner un poco de orden y hacer jugar
al equipo. Mi objetivo es ayudar al Arxil Comervía en lo que pueda. Para
eso he venido", explica. Gilabert apunta que la situación no se corresponde con el nivel del conjunto "Veo
al equipo muy bien. La gente muy ilusionada, con ganas de hacer las
cosas bien. Creo que podemos estar en la mitad de la tabla sin sufrir
demasiado", apunta. Faro de Vigo |