Un peldaño más en la guerra abierta entre el Salamanca y el Ciudad Ros Casares. Hoy juegan ambos equipos en la cancha charra y el conjunto valenciano había alquilado un autocar para que los aficionados pudieran estar en el pabellón castellano para animar a su equipo. Hay pocos partidos domésticos con el interés que el que hoy se juega en Salamanca. Sin embargo, el club charro se negó a vender al valenciano las 50 entradas que había solicitado para la afición alegando que las 200 que podía sacar a la venta las quería para sus aficionados.

Las relaciones entre los dos club no son que se diga muy cordiales. En Salamanca acusan también ahora al Ros de boicotear la Copa de la Reina. Y el club valenciano se ha desgañitado con los medios charros en intentar explicar que el Ros estará en la cita que este año vuelve a Salamanca.

Hoy el Ros Casares juega en Salamanca y se espera que el recibimiento sea aún peor que el de otros años. Cada vez que el conjunto valenciano juega en el pabellón Wurzburg el ambiente es ciertamente hostil y hoy esperan que aún sea peor.

Pero el Ros sólo quiere dedicarse a jugar y a ganar en Salamanca. Las valencianas han dado una imagen muy buena en los primeros partidos de la temporada y quieren que hoy se mantenga la intensidad que han mostrado ante los rivales que se han puesto delante. Cantó sigue con la baja de Vecerovà.

Su rival, en cambio, sólo ha ganado en una de las tres primeras jornadas de la Liga, ya que tras imponerse al Cadí La Seu d'Urgell ha perdido con el San José y con el Olesa. Además, el jueves, en su debut en la máxima competición europea cayó en la pista del MiZo Pécs por un contundente 82-65.

J.A.
lasprovincias.es