2008/10/03 EL "ROSDILLO" COMIENZA A FUNCIONAR |
Ciudad Ros Casares se proclamó ayer por cuarta vez campeón de la Supercopa de España. Lo hizo tras ganar al Feve San José (72-50) en la Fonteta. Pero no es noticia. Es lo que se esperaba. La novedad habría sido que hubiera perdido. El equipo en el que oficialmente se estrenaba ayer Isma Cantó está obligado a ganar todo lo que se le ponga por delante en España. Y la final de ayer no tenía por qué ser una excepción.
La duda que presentaba el duelo era saber cómo se comporta la nueva plantilla. Tras ver que cuando Valdemoro metía la primera canasta el equipo se ponía a hacer una presión en todo el campo ya se intuía que lo físico iba a ser uno de los aspectos fundamentales del nuevo plantel valenciano.
Y es que defender y presionar es lo que a la larga servirá para colocar a las chicas del Ros en disposición de conseguir sus objetivos. Calidad hay, y de sobra, pero la entrega física es lo que se debe ir trabajando día a día. Y ayer el rival se quedó en 50 puntos. Ese es el camino. El Rosdillo comenzó a funcionar.
Un rodillo físico que dura cuarenta minutos y que pocos equipos van a ser capaces de soportar. Ayer el San José, equipo de respeto en la competición doméstica, lo hizo en los primeros diez minutos. Luego ya no pudo soportar la sexta marcha que puede engranar el conjunto de Cantó.
Y eso que ayer el juego interior del equipo estaba bastante mermado, porque el de Llíria sólo disponía de tres de las seis pívots que le han servido en bandeja. Milton aún está por llegar tras el periplo de la WNBA, mientras que Vecerova y Dacic no jugaron por diferentes molestias físicas. Pero daba igual. Con lo puesto sobraba para llevarse el primer título del año.
La plantilla de este año del Ros Casares parece El Corte Inglés... tienes de todo. Sólo hay que buscar por las diferentes plantas del banquillo. Cantó se gira y encuentra diferentes soluciones a los problemas que pueda tener en cada momento. Que si una alero con cuerpo de pívot pero que corre el contraataque como un gamo (Veselá); que si una ametralladora (Hodges); que si un ordenador (Aguilar); que ahora quiero músculo (De Souza); que hay que tirar de la experiencia (Tornikidou) o de imaginación (Palau). Y, cómo no, también está Valdemoro. Hay de todo y ese es el secreto de este año del Ros Casares.
Además la presentación de ayer también sirvió para ver que tanto Montañana como De Souza se han concienciado de que no se puede sestear en esta plantilla. Las dos han llegado al inicio de Liga más delgadas. Sobre todo se le nota a la valenciana, que deberá lidiar con Milton por tener minutos en la cancha. Y para tamaño negocio necesita dar lo mejor de si físicamente, ser parte del Rosdillo.
J. AGUADÉ lasprovincias.es |