Tamara Abalde formó parte de la selección femenina de baloncesto, que consiguió terminar las Olimpiadas en quinta posición, por detrás de selecciones como Estados Unidos, Australia, Rusia y China. «Después de perder en cuartos de final siempre te quedas un poco fastidiado, pero la verdad es que viéndolo con un poco más de tiempo, un quinto puesto es un logro importante», reconoce la joven jugadora gallega y añade que «un diploma olímpico es para estar contentas»

En lo personal, las Olimpiadas de Pekín han supuesto la culminación de una gran temporada para ella. «Ha sido un buen año en Estados Unidos», explica. Ahora regresa a España para jugar de nuevo en la Liga Femenina, en la que debutó con el Celta con tan solo 15 años. Su nuevo equipo será el Ros Casares de Valencia, aunque jugará cedida en Rivas Futura. Ella tiene ganas de regresar y comenta que «he estado muy bien en Estados Unidos, pero siempre apetece volver».

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