Para aquellos que son aficionados a las apuestas deportivas seguramente la final entre Australia y Estados Unidos no les ha deparado grandes dividendos. Era la final esperada, la que enfrenta a los dos únicos equipos invictos en Beijing y por extensión a los dos mejores conjuntos del planeta En el parqué han demostrado ser los dos mejores equipos y en las estadísticas dominan los principales apartados. Estados Unidos es el equipo que mas anota en Beijing con 94,6 puntos por partido seguido de Australia con 84,7. Las americanas son las que mejor tiran de dos y de tres, mientras que Australia es la segunda que mejores porcentajes presenta en tiros de campo y en tiros libres. También acaparan las primeras posiciones en asistencias y en rebotes domina Australia (49,7) sobre Estados Unidos (43,3) que es, a su vez, la segunda en tapones con 3,7 por partido. Como curiosidad, uno de los pocos apartados que ni Estados Unidos ni Australia lideran es el de robos. Ese es territorio de España, aunque americanas y australianas se sitúan justo por detrás.
<!--[if !vml]--> <!--[endif]-->Tanto Australia como Estados Unidos se plantan en la final olímpica con una tarjeta inmaculada, pero después de haber sorteado en semifinales problemas de diferente índole. Por orden cronológico, las americanas fueron las primeras en sellar su pase después de luchar más de lo previsto con el equipo ruso. Las rusas son junto a España el único equipo capaz de plantar cara al equipo americano... durante 20 minutos. Y si bien España resistió la primera parte de su partido porque pudo dar respuesta al el ritmo anotador de las americanas, Rusia sobrevivió gracias a que su defensa estuvo al nivel de las americanas. En cualquier caso, en los dos partidos Estados Unidos evidenció que, de momento, nadie puede aguantar su ritmo ofensivo y defensivo durante 40 minutos.
Los problemas de Australia no vinieron en forma de rival ya que China poco pudo hacer ante la extraordinaria demostración defensiva de las Opals. El reto de Australia era superar las semifinales sin su estrella Penny Taylor, lesionada en cuartos de final. Lideradas por Lauren Jackson, las oceánicas evidenciaron ser el mejor equipo defensivo del campeonato y ahogaron en los primeros 20 minutos a una China que sólo pudo anotar 18 puntos.
Con estos antecedentes la final está servida. Para Estados Unidos, supone la oportunidad de reeditar su cetro olímpico, olvidar la derrota en el pasado mundial y permitir que Lisa Leslie logre un hito con el que sería su cuarto oro olímpico. Por su parte, Australia tiene ante sí una oportunidad histórica para consagrarse como el mejor equipo del mundo. Son las actuales campeonas del mundo, pero muchos piensan que este título fue más demérito americano (cayó en semifinales frente a Rusia) que éxito australiano. Además, el partido será para algunas veteranas su presumible último partido pues se prevé cerrar un ciclo y ansían hacerlo vengando la derrota sufrida en Atenas cuatro años atrás.
Una tarea que, viendo el último precedente, no será nada fácil. Hace escasamente 15 días ambos conjuntos ya se midieron en la final de la Diamond Ball y Estados Unidos se impuso por 71 a 67. Fue un tenso y duro encuentro que dominó de principio a fin el equipo americano pero que gracias a la garra y la defensa australiana no se decidió hasta los momentos finales.
Cinco claves para un oro olímpico
La ausencia de Penny Taylor. La estrella australiana se lesionó en el tobillo durante el partido de cuartos al recibir una dura falta. Ni siquiera pudo lanzar los tiros libres y frente a China siguió el triunfo de Australia desde el banquillo y en chándal. La baja de Taylor supera lo meramente deportivo, es todo un icono en Australia y su renuncia a jugar en la WNBA a favor de la cita olímpica habla de su clara implicación con las australinas.
<!--[if !vml]--> <!--[endif]-->Deportivamente, Taylor (la mejor en la final de la Diamond Ball con 19 puntos) es la segunda opción ofensiva del equipo y la mujer encargada de anotar desde el exterior (promediaba 12 puntos por partido). Si al final se confirma su ausencia Australia sufrirá porque con Taylor en pista hay dos claras amenazas ofensivas, ahora Estados Unidos sólo debe centrar sus esfuerzos en Lauren Jackson. La mejor contra las mejores. En Beijing hemos podido comprobar como Lauren Jackson mantiene su estatus de superestrella mundial. Es la líder de Australia con 17 puntos y 8,4 rebotes. Su juego es total y resulta un peligro tanto lejos como cerca de la canasta por su altura y movilidad. Sin embargo, frente a Jackson está el mejor arsenal interior del planeta. Lisa Leslie le disputará el reinado de estos juegos olímpicos, pero será Tina Thompson la que centra la atención rival. Pese a su edad, Thompson (compañera de Jackson en el Spartak Moscú Región) está realizando un torneo sensacional, con alto nivel de acierto anotador y gran defensa. Desde el banquillo la joven pareja de rookies formada por Candace Parker y Silvia Fowles podrán el físico. Su función será desgastar a Jakson y Suzy Batkovic e imponer si poderío físico para evitar las segundas opciones de las que tanto se han aprovechado la pareja australiana.
Frente a frente las dos mejores defensas. Son los dos equipos con mejor físico del campeonato. Su altura y velocidad les permite tener en la defensa una de sus principales señas de identidad, aunque con matices. A ambos equipos les gusta presionar, pero mientras la defensa de Australia es en conjunto y brillan las segundas y terceras ayudas, la defensa americana es más de uno contra uno. Cuando se ponen a defender, las americanas agotan a sus rivales (Becky Hammon se quedó en tres puntos en semifinales) y fuerzan el error en el lanzamiento si es que antes no recuperan el balón.
El control del rebote volverá a ser clave y si bien Australia barrió de la pista a China debajo de los tableros, Estados Unidos es el equipo que mejor cierra su canasta. La lucha entre Batkovic y Fowles será uno de los duelos del partido. Las Opals necesitan dominar el rebote para poder correr el contraataque (principal fuente de anotación australiana) y minimizar su inferioridad en ataques en estático.
<!--[if !vml]--> <!--[endif]-->Frenar el perímetro americano. Esa debe ser una de las consignas de Australia. Estados Unidos es el equipo que mejor anota desde la larga distancia. Acostumbradas a jugar unos contra uno, la mayoría de las americanas son capaces de fabricarse sus propias canastas ya sean penetrando o buscando sus tiros desde la distancia. En este sentido, destacan los nombres de Tina Thompson y Diana Taurasi.
La pívot suele abandonar sus posiciones interiores para salir al exterior y anotar con fluidez (presenta un 45% en tiros triples en este campeonato) pero es Taurasi la que concita la mayor de las preocupaciones en Australia. La excelsa anotadora de Phoenix Mercury se destapó ante Rusia con cinco triples y evidenció porqué es una de las mejores triplistas del campeonato. Además, Katie Smith, Sue Bird, Cappie Pondexter, Kara Lawson y un largo etcétera de nombres. Todo un equipo capaz de anotar desde la media y larga distancia.
Equipo vs Individualidades. Ver a Australia sobre la pista es observar a un equipo en su amplio sentido. Todas defienden, no hay lugar para el egoísmo y en ataque todas saben que hay una jerarquía que se debe respetar. Son conocedoras del rol a jugar por cada una de ellas y lo hacen con total entrega y generosidad, si una falla, fallan todas.
Por su parte, Estados Unidos es el talento individual por antonomasia. Fueron las últimas en concentrarse y en un par de días se estarán enfrentando entre sí en la WNBA. Sin embargo, en Beijing todas están al servicio del equipo. Con el paso de los días Ann Donovan ha limitado las rotaciones y el cinco formado por Sue Bird, Diana Taurasi, Katie Smith, Tina Thompson y Lisa Leslie acapara la mayor parte de los minutos. Desde el banquillo la rotación americana es interminable frente a la debilidad de su oponente. El cansancio y el desgaste irá en benefició americano
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