
Australia ha encarado cada encuentro de estos JJOO con un objetivo en
la cabeza: llegar a la final olímpica. Lo cierto es que el último paso
que tenían antes de lograr su objetivo fue más sencillo de solventar
que otros anteriores. China sólo pudo resistir los diez primeros
minutos, aquellos en los que el equipo australiano no encontró su mejor
juego en ataque, carente de ideas y de acierto ofensivo.
A las australianas no les hizo falta la participación de Penny Taylor
para pasar a la final. La estrella oceánica se lesionó en la ronda de
cuartos pero espera estar disponible para la gran final ante Estados
Unidos. En el segundo cuarto, las campeonas del mundo endosaron un
parcial de 21-7 a las orientales. China lo fallaba todo. Ni siquiera
los intentos de
Bian lograban igualar el parcial, que empezó a ser definitivo a la llegada del descanso.
Tras el intervalo, el choque se niveló. Era difícil que el conjunto
chino, con menos calidad que su rival pero al fin y al cabo, todo un
semifinalista olímpico, continuara con su pésima racha en el tiro y las
canastas por fin llegaron. No obstante, Australia jugó con inteligencia
y supo administrar su ventaja cómodamente, rondando siempre los 20
puntos de diferencia.
En el último periodo, Australia, pese a tener el partido en su mano, no
tuvo piedad de su rival y no frenó su imparable marcha hasta el 56-90
final. Las chinas bastante hacían con superar a duras penas la
cincuentena de puntos, escasa cifra para eliminar a un oponente de la
talla de las australianas o para soñar con la medalla de bronce.
acb.com