Tamara Abalde, alero de la selección española y de la Lamar University estadounidense, rebosaba satisfacción por la victoria sobre Nueva Zelanda en un partido en el que las subcampeonas de Europa no se podían permitir "fallar" para no complicarse la competición olímpica.

"Puede ser que el primer partido nos haya ayudado a salir más concentradas y a saber que no podíamos fallar. Era la segunda final de la competición. Salimos muy concentradas y sabiendo lo importante que era este partido. Sabíamos que iba a ser difícil porque ellas son muy duras, pelean todas las bolas y veníamos de una derrota", comentó a EFE Abalde.

El triunfo español se produjo, además, en un entorno poco habiual porque el choque comenzó a las nueve de la mañana, lo que ha obligado a las jugadoras españolas a llevar un régimen de horarios muy especial desde el día del debut hasta el momento del choque.

"Ayer hicimos ya el horario que íbamos a seguir hoy. Nos levantamos muy tempranito (05.30 horas) y a la seis ya estábamos desayunando. Es lo que tocaba y lo hemos hecho con éxito", explicó a EFE la jugadora viguesa.

Abalde señaló que el objetivo de España es la segunda plaza, lo que exige, de partida, ganar a la República Checa el próximo miércoles (11.15 hora local; seis menos en la Península): "Esa es la meta, pero creo que, después de la derrota con China, hay que ir a por todas en cada partido y tratar de conseguir la ventaja. Esta diferencia de puntos nos puede ayudar y eso nos deja muy contentas". pero ya estamos pensando en el siguiente.