La selección española femenina viaja este miércoles desde las 11,30 horas hacia Pekín. Por delante 10 horas de viaje, una diferencia horaria de 6 horas y la necesidad de acoplarse cuanto antes al cambio horario. El Doctor Gonzalo Ibáñez y el Doctor Antonio Escribano han dado las indicaciones oportunas para minimizar los efectos del ‘jet lag' en la expedición de la selección española femenina. Precisamente estos efectos son más acusados en los viajes en dirección Este, el caso de China, que hacia el Oeste, por la mayor alteración que esto supone en el ‘reloj interno' del organismo. El Dr. Ibáñez y el Dr. Escribano señalaron que para la mejor y más rápida adaptación "en el momento en el que llegas a un país hay que acoplarse cuanto antes a los horarios y a la luz solar del lugar de destino, así que lo mejor es que se sitúen de forma inmediata en los horarios locales, adaptando sus descansos y comidas de forma conveniente, retrasando o adelantando los mismos de forma específica, haciendo que la luz solar modifique de forma natural ciertos ritmos orgánicos"
Se conoce la influencia de los niveles de glucemia (azúcar en la sangre) en la velocidad de adaptación, y para ello "es importante y se ha tenido en cuenta la planificación de las comidas y sus horarios nada más llegar" , comentó Escribano, que añadió que "de igual forma se ha comprobado que la realización de ejercicios de forma inmediata a la llegada acelera la adaptación, y en ello también se ha trabajado". Con toda esta serie de medidas se ha pretendido hacer todo de la forma más natural posible sin recurrir a otras metodologías farmacológicas.
El nombre de ‘jet lag' surgió desde el momento en que la velocidad de los aviones a reacción (jet), hizo realidad adelantar o retrasar (lag), de forma importante los horarios del lugar de partida y lugar de destino, desacoplando funciones del organismo que se ajustan a una determinada "rutina orgánica" influenciada en gran medida con las horas de luz solar. Esta "descompensación horaria" ha ido adquiriendo gran importancia en los desplazamientos que preceden a competiciones deportivas, por la influencia que ello tiene en el rendimiento competitivo.
El cuerpo médico de la selección considera que el equipo "viaja con la suficiente antelación para que la adaptación sea completa, ya que cuenta con más de una semana y ese es tiempo suficiente para, con la metodología diseñada, adaptar los mecanismos neuroendocrinos que se desacoplan durante este tipo de viajes".
Además, para la semana previa al inicio de la competición, se ha diseñado un plan concreto de adaptación a comidas y horarios, que en Pekín supervisará el Dr. Ibáñez, para que el día 9 la integración horaria sea completa y no influya en el rendimiento FEB |