La directiva del Extrugasa ya le ha hecho llegar a Isaac Fernández una propuesta de renovación. El técnico, cuya intención es continuar ligado al club, prefiere esperar a conocer el proyecto deportivo que pueda llevar a cabo la entidad en función de las posibilidades económicas

La búsqueda de mayores ayudas con la que obtener la sostenibilidad económica del club en la máxima categoría del baloncesto femenino también mantiene en alerta a la plantilla y al cuerpo técnico del Extrugasa, cuyas renovaciones se mantienen a la espera del proyecto que se pueda llevar a cabo la próxima temporada. Ese es el caso del propio entrenador, que reconoce su interés de continuar una temporada más en Vilagarcía al igual que prefiere esperar a conocer cuáles serán las posibilidades económicas con las que contará el club el próximo año. Y es que el estatus adquirido por el Extrugasa en la pista requiere para su mantenimiento, e incluso su crecimiento, de un esfuerzo por parte de algunas instituciones. Algo que demandan desde una directiva que no deja de trabajar en el hallazgo de fórmulas con las que mantener en liza al club más representativo en la actualidad de Vilagarcía.

Kiesha es duda > Al margen de planificar la próxima temporada, en el seno del Extrugasa preparan a conciencia el último mes de competición, en el que se jugarán un plaza en EuroCup. Las de Isaac Fernández se miden mañana en Gran Canaria al equipo local con la seria duda de la base norteamericana Kiesha Brown, que sufre una dolencia abdominal que no le permitió entrenar ayer. Tanto la plantilla como el técnico apurarán sus opciones de poder finalizar en la sexta posición, que otorga el factor cancha en los duelos por entrar en Europa. Para ello están obligados a ganar sus dos últimos compromisos ligueros y a esperar sendos tropiezos del Celta, su rival en el play-off.

Isaac Fernández no quiere que sus jugadoras se relajen en el final de la fase regular, ya que considera esencial llegar a los partidos frente a las viguesas inmersos en una dinámica que contemple la máxima exigencia competitiva

G. SÁNCHEZ

diariodearousa.com