Danielle Hutcheson anotó la última canasta del Expofinques Tanit en la Liga Femenina 2. Ayer, tras una temporada de sufrimiento y malos resultados (sólo se ha conseguido ganar un partido de 24), se acabó la agonía y se consumó el descenso a Primera Nacional

El equipo ibicenco debía vencer al Viladecans y esperar a que Irlandesas perdiese frente al Don Piso. La primera premisa, la más importante, no se dio, pero sí la segunda, si bien ésta ya daba igual porque la diferencia entre ambos era de tres victorias y ahora ya quedan dos.
El plantel que dirige Cathy Boswell salió a la pista con el traje de perdedor y sin ánimo para afrontar una final como la de ayer. La consecuencia fue que el equipo catalán, que se jugaba no descolgarse de los puestos que dan acceso al `play off', apretó desde el inicio y no dio opción a soñar a las pitiusas, que anduvieron por la pista como alma en pena sin demostrar un resquicio de amor propio ante una situación extrema.
Cuando sólo se habían disputado cinco minutos, el cinco visitante ya vencía 2-18 con cuatro triples (dos de la ex PDV, Eva Yepes, y dos de Judith Viñuela). Un golpe demasiado duro para la frágil moral del Tanit, que ya no consiguió levantarse porque su línea de flotación había quedado rota (15-28 al final de los primeros diez minutos).
En el arranque del segundo acto, el quinteto de Vila consiguió un 6-0 de parcial y se puso siete abajo (21-28, m.12), pero todo fue un mero espejismo. Las dos pívots catalanas, Soler y Viñuela camparon a sus anchas por la zona ibicenca y antes del descanso ya dominaban por 19 puntos (26-45, m.19), que se irían a los 22 en el intermedio (27-49).

Segunda mitad
Nacho Solozábal, ex jugador del FC Barcelona, asistió al partido, puesto que su hija Miriam juega en el Viladecans. El ex internacional asistió tranquilo y sosegado al paseo que se dio la escuadra barcelonesa por es Pratet en la segunda parte. No había forma de que el Expofinques pudiera voltear el marcador porque la moral estaba en el subsuelo, lo que provocaba que no saliese nada y en defensa no hubiera la agresividad suficiente. Por eso, toda la segunda parte sobró y el descenso se hizo realidad

 Gustavo L. Sirvent

diariodeibiza.es