El Expofinques Tanit arrancó con la actitud de un equipo que se juega la vida: más ritmo que el rival y aprovechar el lógico relajamiento de un rival que juega una competición totalmente distinta (terceras en la tabla). Pero de nada sirvió. Las ibicencas se hunden aún más en la clasificación y el desarrollo del partido deja muy pocas esperanzas al equipo y a todos los aficionados que ayer casi llenaron Es Pratet.
Todo lo que aportó Hutcheson desde el inicio era la receta para pensar en que el milagro era posible. La estadounidense ofreció fuerza, recuperación y anotación en un primer cuarto en el que la ventaja de cinco puntos tras la bocina fueron en buena parte gracias a ella. Pero cuando la pívot vio que su energía no espoleaba lo suficiente al resto, todo se fue tornando del color del cielo de la tarde en Vila. Eso y las buenas maneras del Vinarós. Y para colmo, la base Mirchandani encestaba todo más allá de la línea de triple. En definitiva, otra castigo en el abismo

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