A ritmo de tambor recibían los hinchas de la fiebre amarilla a las jugadoras del Mann Filter y del mismo modo, también a ritmo de tambor, celebraron la deseada y sufrida victoria que se consiguió frente al CB Olesa. Era crucial lograr un resultado positivo para empezar a respirar y abandonar la zona abonada al descenso. Era necesario y la necesidad llamó a la suerte. Y se consumó la gesta. Hubo que llegar hasta la prórroga para doblegar al Olesa en un encuentro que, a falta de minuto y medio para su conclusión, parecía perdido para el conjunto zaragozano.

Los dos primeros cuartos fueron un continuo intercambio de canastas. Ninguno de los dos equipos lograba despegar, aunque el Olesa anotaba con más facilidad y las de Cuadrat no encontraban huecos, ni realizaban buenas selecciones de tiro. Solo los triples de Palomares y la aportación de Franciele bajo los aros daba vida al equipo -la brasileña forzó hasta 7 faltas-. Y así, se llegaba al descanso con un ajustado 36-38.

El tercer cuarto comenzó a marcar las diferencias a favor del conjunto visitante. Un triple de Sandra Gallego en el minuto 5 daba alas al Olesa y a partir de aquí las zaragozanas fueron a remolque. El Mann Filter continuaba sin ver claros sus ataques, pero su dominio en los rebotes ofensivos impidió que las rivales abrieran una brecha mayor en el marcador.

A pesar de que las locales terminaron presionando a todo el campo, el Olesa supo salir bien de la presión y comenzaba el último cuarto con 8 puntos de ventaja.

En la recta final fue cuando las de Cuadrat sacaron su casta y, ayudadas por la fortuna, dieron la vuelta a un encuentro que se había puesto muy cuesta arriba. En los últimos dos minutos, Ega se echó parte de la responsabilidad sobre sus espaldas y anotó 8 valiosísimos puntos. A los triples de Palomares se unieron también los de Rovira, que ponía a su equipo a tres puntos a falta de 45 segundos. Y aquí fue cuando la suerte se alió con las zaragozanas. Un tiro libre y una canasta de Mann Filter llevaban directamente a la prórroga. En este tiempo extra de infarto, el tandem Ega-Franciele funcionó a la perfeccción, la muñeca de Palomares estuvo perfectamente engrasada y por fin, las de Cuadrat se reconciliaban con el aro. Y se consumó la gesta.

ADRIANA ARPA

heraldo.es